lunes, 21 de febrero de 2011

Al cantar me suelo olvidar de todos los malos momentos; convertir en virtud defectos. Desterrar la vulgaridad aunque sólo sea un momento y sentir que no estamos muertos. No es placer: es necesidad. Es viento, es lluvia y es fuego derramar todos mis secretos. Y busqué en el fondo del mar, en las montañas y en el cielo la manera de hacer realidad mis sueños. Encontré en el corazón el mapa de los sentimientos. Ya lo ves... no estaba tan lejos.

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